sábado, 18 de junio de 2011

1 comentario:

  1. El gato nos enseña a estar relajados con consciencia. Su ronroneo fomenta las emociones positivas, y sus pequeñas señales de afecto son muy bien recibidas por sus dueños. El gato es uno de los animales como terapia recomendado especialmente para personas que están o se sienten muy solas y no pueden dedicar mucho tiempo al cuidado de su mascota.

    Hay estudios suficientes para afirmar que tener un gato es beneficioso para la salud. El amigable contacto con el felino reduce el estrés en sus dueños, se distienden y se tranquilizan. Se ha verificado también que personas con problemas psicológicos mejoraban al tener la compañía de un gato.

    El gato, basa su relación con sus dueños en un verdadero pacto de tolerancia recíproca, sin que exista una figura dominante. Se ha comprobado su acción benéfica en personas discapacitadas y en las que sufren transtornos mentales o emocionales:

    - El autismo, el Síndrome de Down, la hiperactividad infantil, los desórdenes en la conducta, la depresión e incluso la violencia doméstica, ya que hemos descubierto que los hombres que maltratan a sus mujeres suelen contar con antecedentes de crueldad con los animales en su infancia.

    - Físicos también. Entre éstos, la disminución de los niveles de presión sanguínea, el aumento del índice de supervivencia de los pacientes que ya han tenido algún episodio cardíaco, el descenso de los niveles de colesterol y del estrés. Digamos que, en general, una persona es mucho más saludable cuando tiene un gato.

    Hay estudios suficientes para afirmar que tener un gato es beneficioso para la salud. El amigable contacto con el felino reduce el estrés en sus dueños, se distienden y se tranquilizan. Se ha verificado también que personas con problemas psicológicos mejoraban al tener la compañía de un gato.

    Los propietarios de gatos tienen menor probabilidad de morir a consecuencia de un infarto. Nos enseñan a relajarnos sin perder contacto con la realidad, pueden ser beneficioso su contacto con personas muy nerviosas ya que ayudan a relajarse.

    Los gatos no pueden curarles, pero se ha comprobado que mejoran, a los deprimidos les devuelven la sonrisa, calman y fortalecen a los enfermos, ayudan a personas con cardiopatías, a enfermos de sida, a marginados por la edad, la justicia o la soledad.

    * Impulsan y refuerzan la comunicación entre los miembros de la familia.
    * Fomentan la responsabilidad en personas mayores y niños.
    * No demandan tanta atención y cuidados como el perro.
    * Refuerzan actitudes serenas, relajadas y exentas de estrés.
    * Bajan nuestras constantes vitales en los momentos de afecto y caricias, dándonos seguridad y confianza.
    * La compañía de un gato, ayuda a aceptarse a uno mismo tal cual es, porque los animales no hacen juicios de valor, ni diferencian entre guapos, feos, gordos, ricos o pobres.

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